Edad recomendada: desde los 8 años.

A todos nos gusta usar platos, cubiertos, vasos o tazas, pero cuando llega la hora de la verdad entonamos aquello de "¡friegas tú!".
En este divertido juego de cartas las normas son sencillas y las ganas de que friegue otro ¡siempre están presentes! Para poder jugar solo necesitas saber sumar hasta 7 y un poquito de suerte.

¿Cómo se juega?

1. Reparte 3 cartas a cada jugador. Cada vez que alguien juegue una carta, deberá coger otra del montón para volver a tener 3 en su mano
2. Cada jugador en su turno tendrá que colocar sobre la mesa una de sus cartas teniendo en cuenta una regla básica: se colocarán formando una cuadrícula de 4 x 4, siempre pegadas a una carta ya colocada previamente ¡y no puede sumar más de 7 ni en la misma fila ni en la misma columna donde se coloca!
3. ¿Y si no puedes colocar carta? Tendrás dos opciones: podrás jugar una carta especial* si la tienes o ¡fregar!

Cada vez que un jugador se vea obligado a fregar, todas las cartas que estaban en el centro de la mesa pasarán a un montón que le pertenecerá. Pero malas noticias: cuantas más cartas poseas guardadas, peor para ti al final de la ronda., porque ganará aquel jugador que tenga menos cacharros fregados cuando finalice la ronda.

* Las cartas especiales te darán ciertas ventajas: salvarte de fregar aunque no tengas cartas para echar al fregadero, hacer que el resto de jugadores repartan los cacharros sucios entre ellos u obligar a los demás a echar dos cartas durante la ronda hasta que alguien no pueda. ¡Todo emoción!