¡Vuelven las rutinas!
 
¡Ha llegado Septiembre! Se acerca el final del verano y con él comienza una nueva etapa escolar cargada de retos y nuevos descubrimientos. Las vacaciones estivales han estado llenas de diversión, de viajes y excursiones, de risas y momentos en familia. Los horarios y las rutinas suelen cambiar durante estos meses, ya no hace falta madrugar tanto para ir al cole o la guardería, las comidas se alargan con sobremesas en buena compañía y la hora de irse a la cama se pospone para disfrutar más de los rayos de sol y de actividades al aire libre.
 
 
Acostumbrarse a estos cambios ha sido fácil e, incluso, satisfactorio, pero el inicio de las clases y la vuelta a la realidad no siempre lo son. “Mamá, un ratito más…”, “Tengo sueño”, “No quiero hacer los deberes” … ¿Te suena? Crear o volver a los hábitos y rutinas adaptados a la nueva etapa se hace necesario, los niños se sienten más seguros, cómodos y tranquilos cuando saben qué, cuándo y cómo tienen que hacer sus actividades diarias.
 
Las rutinas son actividades que se realizan de forma periódica y regular, son costumbres personales que no permiten modificación, que no crean en sí mismas ninguna destreza específica y que, por lo tanto, pueden desaparecer; por ejemplo, dejar las zapatillas al pie de la cama antes de ir a dormir. Por su parte, los hábitos son un mecanismo estable que crea destrezas o habilidades y que pueden usarse para distintas situaciones y modificarse cuando sea necesario; por ejemplo, el hábito del sueño. En resumen, las rutinas son la base para la adquisición de hábitos.
 
 
Pero ¿por qué son tan importantes las rutinas y los hábitos para los niños?
 
- Permiten la autonomía y el desarrollo
- Generan seguridad y comodidad
- Ayudan en la construcción de la personalidad y en la identificación con los valores, la cultura y el grupo social en el que crece el niño
- Permiten predecir qué va a pasar y potencian la organización y el orden mental
- Permiten focalizar la atención
- Ayudan a usar el tiempo de forma eficiente
 
Ahora que sabes lo que son y los beneficios que supone tener rutinas y hábitos, te estarás preguntando cómo puedes llevarlos a cabo en casa. Seguro que la respuesta te encanta… ¡Jugando! Los niños descubren su mundo a través del juego, y estableciendo dinámicas atractivas puedes ayudarlos a desarrollar hábitos positivos.  Los rituales y rutinas pueden estar presentes en el juego, y este a su vez, estar relacionado con las actividades que queremos que el niño aprenda. Por ejemplo, un buen modo de conseguir que tu hijo se acueste a la hora indicada, es crear una rutina en la que se cante la misma canción minutos antes, así sabrá que tiene que prepararse para descansar. Relacionado con el estudio, el niño puede escoger uno de sus juegos preferidos, y jugar juntos una vez que acabe sus deberes en la hora y tiempo pactados. Esto supondrá un refuerzo positivo, tanto por el juego en sí como por tu compañía, y además le permitirá saber qué viene después.
 
 
Existen materiales que te pueden ayudar a establecer hábitos de forma más fácil y atractiva. Learn Sequences es un grupo de productos basados en tarjetas en las que se representan diferentes actividades y su proceso. Permite organizar las secuencias y, por tanto, las ideas, y es un estupendo apoyo visual, al colocar las tarjetas sobre una peana, que servirá como guía a la hora de llevar a la práctica las acciones que se presentan. Hay varios modelos, y en Recunchos nos gustan especialmente los de Comportamientos y Rutinas Diarias y Hábitos de Higiene.
 
 
Para apoyar las actividades, los relojes de arena, cronómetros y relojes clásicos son una muy buena opción. Con ellos podrás explicar cuál es el tiempo necesario para hacer cada actividad, el tiempo que se ha agotado, el que queda, la hora exacta a la que vamos a jugar, hacer deberes, dormir, etc. Además, hay relojes que traen consigo fichas de actividades, con las que poder asociar cada hora con su actividad, y se pueden adaptar a cada niño y sus circunstancias. Este material lo puedes ver en nuestro apartado de percepción temporal.
 
 
Otro material que puede ser de gran ayuda son los paneles de recompensa, donde se pueden especificar las actividades y las recompensas que se obtendrán si se llevan a cabo de forma correcta. Tanto las recompensas como las actividades habrá que consensuarlas con el niño, para que él se sienta parte fundamental del proceso. Así, con estas tablas será el propio niño el que, junto con vosotros, evalúe su comportamiento durante el tiempo que se haya establecido. Así, una de las tareas que podemos incluir en esta tabla sería acostarse a la hora acordada, y si al cabo de, por ejemplo, una semana se ha cumplido durante al menos 5 días, iréis todos juntos al zoo el próximo domingo.
 
 
Como ves, crear rutinas y hábitos es cuestión de tiempo y constancia, y mediante el juego y haciendo uso de los materiales que existen en el mercado podréis reforzar y apoyar este proceso y hacerlo ameno y divertido.
 
Así, sólo tendrán que preocuparse por aprender y disfrutar de este nuevo curso.
 
 
7 de Septiembre de 2018
 

 

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